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Patient blood management guideline for adults with critical bleeding (guías australianas)
https://blood.gov.au/pbm-critical-bleeding
Autora do comentário: Dra. Sonia María Veiras. Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Jefe de Sección en el servicio de Anestesia y Reanimación. Provincia de A Coruña.
Este documento supone una guía concreta y simple de manejo del sangrado crítico.
Hay numerosas guías de manejo de la hemorragia masiva (europeas, americanas, defendidas por anestesiólogos, por intensivistas, referidas a escenarios concretos del sangrado como el obstétrico, el politraumatizado o el de la cirugía cardiaca o del trasplante hepático). Muchos de estos documentos son extensos y farragosos de leer y sintetizar, por lo que pierden utilidad.
Las guías australianas son también un documento extenso (185 páginas) en las que se recoge la argumentación de cada una de las recomendaciones.
Paralelamente, el grupo de trabajo australiano ha publicado una síntesis de las guías que sirven para consulta rápida.
En resumen, el documento se compone de siete recomendaciones y once declaraciones de buena práctica clínica, dependiendo del nivel de evidencia existente.
Las recomendaciones, en forma resumida, son las siguientes:
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Disponer de un protocolo de hemorragia masiva en cada centro.
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Medir frecuentemente estos parámetros en el paciente sangrante: Tª, estado ácido-base, calcio iónico, hemoglobina, recuento plaquetario, TP/INR, TTPA, fibrinógeno.
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Ratio transfusional entre CH, PFC y PLAQ no inferior a 2:1:1 (defienden incluso un ratio 1:1:1 aunque sin la evidencia necesaria).
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Se recomienda un mínimo de 1 unidad de PFC cada 2 CH y de 1 unidad de PLAq cada 8 CH.
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El grupo se pronuncia en contra del uso rutinario de factor VII recombinante activado, fuera de las situaciones de inhibidores de factor VII ó IX, deficiencia congénita de factor VII y trombastenia de Glanzmann. En el sangrado masivo, el FVII recombinante se empleará como último recurso tras agotar las otras medidas hemostáticas.
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Se recomienda la administración precoz de tranexámico en los pacientes con trauma y en situaciones de hemorragia obstétrica.
Las declaraciones de buena práctica clínica son acuerdos del grupo de trabajo que se consideran beneficiosas pero sin que la evidencia actual permita convertirlas en recomendaciones:
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Identificar la causa del sangrado y control precoz del mismo.
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La Tª<35ºC, pH<7,2, Ca+2 <1 mmol, TP>1,5, INR>1,5, TTPA >1,5, fibrinógeno<2 se consideran valores de deterioro fisiológico crítico.-la reposición de fibrinógeno con 3-4 gr de concentrado o bien una unidad de crioprecipitado por cada 30 kg de peso corporal o la administración de 25-50 UI/kg de concentrado de complejo protrombínico (no encuentran la evidencia para hacer recomendaciones sobre el momento de administración ni la dosis exacta).
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La administración de CH a través de dispositivos de calentamiento de fluidos.
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La administración de hemoderivados isogrupo lo antes posible.
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Detener la activación del protocolo de hemorragia masiva en cuanto esté controlada la hemorragia crítica.
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Se acuerda que la evidencia es insuficiente para recomendar el empleo de tranexámico en el sangrado digestivo crítico.
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El empleo de tests viscoelásticos para el manejo del sangrado crítico puede ser beneficioso, así como el uso del recuperador sanguíneo (cell saver).